Introducción

He elegido este título porque creo que es el más significativo. Con él pretendo remarcar ese halo de malignidad o mito que, quizá por desconocimiento, quizá por tratar de justificar (de la forma más humana posible) hechos de la naturaleza que escapan del entender del pueblo llano, envuelve a un determinado número de animales y plantas.

Es posible tratar de justificar este comportamiento en el folklore del pueblo. Es decir, en la expresión de su propia cultura: artesanía, costumbres, cuentos, historia oral, leyendas, música, supersticiones y demás. En este aspecto, estos mitos formarían parte de su propio sistema de creencias, ya que es la propia cultura, o la comunidad, quien los acepta como verdaderas historias. Las funciones de estos mitos son múltiples. No obstante, podríamos aceptar estos tres:
  • Una función explicativa: Los mitos tratarían de explicar, justificar o desarrollar el origen, razón de ser y causa de algún aspecto de la vida social o individual. 
  • Una función pragmática: Los mitos son la base de ciertas estructuras sociales y acciones. Así, un mito puede marcar una línea genealógica y determinar quiénes pueden gobernar o no. 
  • Una función de significado: Otorgan un consuelo, objetivo de vida o calma a los individuos, como los que hablan de la muerte, el sufrimiento o la victoria. 
Es precisamente la primera función (la explicativa) la que más nos interesa, ya que justifica el hecho de cómo a lo largo del tiempo, e incluso en años muchos más recientes, han ido surgiendo diversas leyendas que tratan de aclarar aspectos vinculados con la fauna y flora de nuestras regiones. Aspectos que, al salir del ámbito de lo común, se han explicado de la mejor manera posible, creando pequeñas ficciones que, con el boca a boca, han ido desarrollándose y agrandando como una bola de nieve, llevando a la aparición de especies asombrosas, o atribuyendo a especies comunes atributos increíbles.

No trato con este blog de hablar sobre hechos paranormales, o de introducirme en animales mitológicos más propios de la criptobiología que de mis fines puramente conservacionistas. Lo que pretendo es conocer ese “saber popular”, esas supersticiones que, con el paso de los siglos, han venido acompañando a una serie de especies, podríamos decir desafortunadas, contribuyendo en muchos casos a su desaparición, o a su exterminio irracional.

Este aspecto no es ninguna bobada; sobre todo en otros países de África o Asia, donde basta con recordar la matanza indiscriminada de rinocerontes en los últimos años. En la década de los 80, la actuación de los cazadores ilegales en Kenya hizo que la población de rinocerontes descendiera de los 20.000 ejemplares a tan solo unas centenas. El motivo: la creencia de que el cuerno del rinoceronte tiene propiedades afrodisíacas.



Igual sucede con los tigres, cuyos principales mercados se localizan en China, Vietnam y Tailandia, donde se le atribuyen supuestas propiedades curativas. Por ejemplo, con el polvo hecho de sus huesos se prepara un vino que puede costar hasta 300 euros la botella en Tailandia. En Vietnam, se reducen al fuego hasta que queda una pasta que, una vez seca, se consume con alcohol. Y en China, como en los países anteriores, a cada parte del tigre se les atribuyen todo tipo de curas milagreras, incluidos los testículos (http://esmateria.com/2013/03/07/desde-el-ano-2000-se-han-matado-1-500-tigres-para-alimentar-el-mercado-negro/).


De hecho, la medicina tradicional china se ha convertido en uno de los mayores destructores de nuestro planeta, consumiendo a seres vivos únicos de una manera sumamente voraz. Preñada de indolencia y supersticiones, la medicina tradicional china promueve día a día matanzas irracionales y estúpidas que contribuyen a mermar la biodiversidad de la Tierra (http://cisnerosheredia.blogspot.com.es/2010/08/la-destructiva-medicina-tradicional.html).


Nuestro país tampoco está ajeno a estas supersticiones. De hecho, hoy en día en que se nos habla de una "parahistoria" (es decir, de aquellos factores que, estando más allá de la historia, factores siempre ocultos o secretos, inciden en los cambios sociales), este concepto también lo podemos extender al conservacionismo, extrapolándolo al área de la naturaleza a fin de determinar cuáles son estos mitos y supersticiones, no tan secretas,  que inciden de una forma directa sobre nuestra flora y fauna decidiendo, en muchos casos, su conservación. 



Sirva este blog para pretender hacer eco de todas estas creencias, en un intento de buscar su lado racional a fin de desmitificarlas. Por eso queda abierto a toda aportación. 

Cualquier persona que quiera contarnos un hecho, decirnos un dicho o aportarnos alguna historia, será aquí bienvenida.

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