lunes, 9 de septiembre de 2013

Fauna maldita


Refiriéndonos s propiamente a Extremadura, es interesante mentar el libro EL PARAISO MALDITO”, de Iker Jiménez. Este libro pretendía en un principio desmitificar la zona de Las Hurdes, aunque al final se limitó a ser un estudio acerca de todo el elenco de misterios que envuelve a esta comarca, dando por lidos muchos de ellos.
Iker Jiménez Elizari es un periodista español, responsable de programas como “Milenio 3 en la Cadena SER, el programa más descargado de toda la radio emitida en castellano en el 2010 y “Cuarto Milenio, Medalla de Plata en el Festival Internacional de Cine y Televisión de Nueva York, también en el 2010.

El capítulo 9 de este libro, relacionado con la zoología de las Hurdes, puede ser consultado en Google Books: http://books.google.es/books?id=JTq1cTHZB0oC&pg=PA225&lpg=PA225&dq=%22Parais o+maldito%22+%22zoologia+imposible%22&source=bl&ots=Jv7WErHwwl&sig=unaajT8j

En este capítulo se citan especies propias de la Zoología Hurdana como la culebra bastarda (que siente especial predilección por la leche de cabra), la salamantinga (coincidiría con la salamandra rabilarga - Chioglossa lusitánica - una especie de anfibio urodelo endémica del noroeste de la península y completamente inofensiva), la tarantanchuela hurdana (una araña de tamaño gigantesco), o el lucero; de este último, lo basta con leer el texto que acompaña a la siguiente imagen (sacada del libro) para saber qué se dice de él:

El lucero no deja de ser un simple lución (Anguis fragilis); un lagarto ápodo común en Europa y el este de Asia, al que también se le conoce como culebrilla de cristal y que es totalmente inofensivo. En el artículo “Estudio sobre las amenazas para anfibios y reptiles en Ciudad Real”, aparecido en la revista Quercus, de marzo del 2003, podía leerse lo siguiente:

 “Culebras, eslizones y salamanquesas son especialmente perseguidos por ser considerados, erróneamente, animales peligrosos y venenosos para el ser humano”.

La tarantanchuela hurdana tiene mucha similitud con la tarantela, un baile de origen napolitano que tiene un movimiento muy vivo, acompañado de canto. En la Edad Media la tarantela era una enfermedad atribuida al picotazo de una araña; la superstición popular decía que la mordedura de la tarántula mediterránea (Lycosa tarántula) era mortal, a no ser que se bailase la tarantela. Parecía ser que los enfermos se levantaban sin dejar de moverse, poniéndose a bailar y sudando tanto que, allí donde pisaban, dejaban una huella mojada. De esta forma, descansando cada cierto tiempo, eran capaces de bailar y sudar durante 24 horas, tras las cuales sanaban por completo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario